miércoles, 10 de junio de 2015

Todo el mundo ha oído hablar de las preferentes, ¿pero cuántos entienden su funcionamiento? Este ha sido el problema de España estos últimos años. Las preferentes son productos financieros tóxicos. Se trata de inversiones de tipo perpetuo, que cuentan con una liquidez muy reducida. Tampoco están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos, así que si el banco quiebra, nosotros también. El capital no está garantizado, y para recuperar la inversión, sólo cabe la opción de ponerlas en venta en un mercado secundario, lo que se avecina muy difícil. Además, su valor está sometido a cotización, por lo que cuando se quiera recuperar, ha podido perderse una parte considerable de la inversión.

Entonces, ¿por qué la gente ha contratado? Sencillamente, las preferentes ofrecen una alta rentabilidad a quien invierte en ellas. Pero a un alto precio, porque apenas otorga derechos al inversor. Mientras que el banco tiene reservado el derecho de suspender las participaciones preferentes al cabo de un plazo determinado si así le conviene, el cliente no puede. Además, si el banco no obtiene beneficios, el cliente no cobrará su cupón anual.

Un producto apropiado en épocas de bonanza, pero crítico en tiempos de crisis. Pero eso solo lo sabían los bancos. Si se ha visto afectado por este producto, confíe en especialistas en la materia para recuperar su dinero, ahora es el momento.



Ubicación: Madrid, Madrid, España
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