martes, 23 de junio de 2015

Ahora que todos saben cómo funcionan las preferentes, se plantea la pregunta, ¿cómo dejamos que el banco nos engañara? ¿Es culpa del cliente? Obviamente no, el cliente es la parte perjudicada, no sólo por su inversión, sino por el abuso que ha sufrido por parte del banco. Ya que la venta de preferentes se consiguió ocultando a los clientes el riesgo del producto.

El famoso folleto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ¿realmente lo enseñaron los bancos? ¿Acaso se aseguraron de que el cliente lo entendía? ¿Abusaron de su confianza para endosarle el producto? La respuesta es siempre sí. En este tipo de operaciones, mentir y no decir toda la verdad ha resultado igual de peligroso: miles de personas han perdido sus ahorros, y la vía del arbitraje parece ser insuficiente. 

Varios años después, ¿en qué situación estamos? Los juzgados de toda España están llenos de demandas de afectados, a la espera de que sus casos sean atendidos, y se declare abusiva la manera en la que el banco les vendió el producto. Cada vez son más las sentencias a favor de los clientes, porque se está reconociendo la mala gestión que se hizo con este producto: probablemente de las más preocupantes de la historia financiera española.


Ubicación: Madrid, Madrid, España
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